7 consejos para evitar los ataques del oso andino al ganado

2019-02-25
7 consejos para evitar los ataques del oso andino al ganado

 Siga estas recomendaciones para evitar que sus semovientes pierdan la vida o salgan heridos por culpa de los animales salvajes. Aunque los casos son escasos y gran parte de la culpa recae en el ser humano por invadir su hábitat, no sobran las siguientes precauciones.

De acuerdo con el Manual para la identificación y reconocimiento de eventos de depredación del ganado doméstico por carnívoros altoandinos, de Robert Márquez e Isaac Goldstein, la expansión y manejo inadecuado de actividades agropecuarias ha incrementado los conflictos con carnívoros por el territorio.

En Colombia, los conflictos con los osos se presentan principalmente en áreas de cultivo y ganadería extensiva. Por esta razón, cuando aparece un semoviente muerto, normalmente se atribuyen a estos animales.

Este texto señala que el oso andino tiene la capacidad de atacar presas tanto medianas como grandes, inclinándose más por el ganado bovino. Por lo general, incapacitan a sus presas mordiendo y rompiéndoles la espalda o el cuello.

Los semovientes mueren a causa de estas mordidas u otras en diferentes partes del cuerpo. El cadáver de un animal atacado por el oso exhibe hematomas extensos y laceraciones, producto de las garras y mordeduras en las regiones dorsal, escapular, torácica y lumbar.

Con frecuencia, los osos empiezan comiendo las vísceras o la ubre en caso de hembras lactantes, y se pueden comer la totalidad de la presa, dejando solo restos de piel y hueso.

Para evitar el ataque del oso, el primer consejo es cercar la finca para impedir que las vacas entren al páramo o al bosque. El segundo es vigilar constantemente al ganado, pues los osos son tímidos y se esconde cuando percibe las personas y sus perros, especialmente en temporada de lluvias.

El tercero es pedir ayuda a los vecinos para cuidar a los bovinos. El cuarto es tratar de mantener ganado adulto en el grupo, pues pueden proteger a los más jóvenes de un oso hambriento.

Cuando una vaca ha sido depredada, procure enterrar sus restos pues el cadáver es un cebo para que el oso y otros animales carroñeros se acerquen a comer.

La sexta recomendación es vigilar las hembras próximas a parir, pues la placenta y otros líquidos atraen a animales silvestres como el oso y el puma. Finalmente, mantenga el ganado cerca de su casa de forma temporal después del ataque.

Por último, recuerde que esta especie juega un importante papel en la conservación de los ecosistemas y por eso las autoridades hacen un llamado para no matar a ninguna de estas criaturas.

Fuente: ContextoGanadero